Un hoyo es para escarbar

Kalandraka editó el pasado mes de septiembre de 2016 un breve y divertido libro publicado originalmente en el año 1952: Un hoyo es para escarbar. Se trata de un título con textos de Ruth Krauss e ilustraciones de Maurice Sendak, dirigido a prelectores y primeros lectores, que sin embargo será especialmente revelador para los adultos, pon su distinta visión de la realidad que nos rodea.

Se trata de un volumen de pequeño formato (13 x 16,5 cm.), encuadernado en cartoné y con un total de 48 páginas. Kalandraka lo ha editado dentro de su colección Libros para soñar en castellano, catalán (Un clot és per cavar-hi) y portugués (Uma cova é para escarvar).

Tal y como se autodefine, Un hoyo para escarbar es “un primer libro de primeras definiciones”. No estamos, no obstante, ante un diccionario al uso: las definiciones que encontraremos en él no son en absoluto académicas o formales. No por ello dejan de ser razonamientos acertados: todos coincidiremos en que “el barro es para saltar en él y resbalarse y gritar: ¡yupiiiiiiiiiiii!“, ¿no? He aquí el quid de la cuestión, lo que hace que este libro sea tan necesario para niños como para adultos. Lo que se define se hace desde la lógica infantil y no desde la lógica de los adultos. Se hace desde esa lógica que todos tuvimos un día y que al pasar el tiempo vamos perdiendo, encorsetados por las reglas de la sociedad en la que vivimos.

Los textos de Ruth Krauss son sencillos pero están llenos de sentido. Las ilustraciones de Sendak representan las escenas que describen las definiciones con gran fidelidad, evocando una niñez libre de cargas y prejuicios y reflejando la inocencia propia de quienes no tienen problemas ni preocupaciones innecesarias. Llama la atención que los protagonistas de estas escenas son niños y niñas por igual y, en menor medida, animales, sin estereotipos de ningún tipo. Se trata de uno de los primeros libros que ilustró Sendak, y el primero de varios en el que colaboró con Krauss (otros títulos son Open house for butterflies, A very special house, The brithday party, Bears…),  pero en él se dejan ver ya las características propias de un estilo fácilmente identificable que fue evolucionando con el paso de los años.

Tal y como decíamos anteriormente, Un hoyo para escarbar es un libro de definiciones evidentes… para los niños. No serán los pequeños, sino los mayores, los que se cuestionarán el contenido de las definiciones que se encontrarán en este breve volumen. En todo caso, debería ser una mirada hacia nuestro yo infantil, una vuelta a nuestros orígenes, una lectura que nos evoque una sonrisa y probablemente más de un recuerdo. Es innegable que estamos ante un clásico que mantiene su vigencia pasados más de 60 años desde su publicación original, un título que recordará a los adultos en un día fueron niños y que para ellos hubo un tiempo en que un hoyo también fue para escarbar.