Siempre estoy en las nubes

Siempre estoy en las nubes es el título de un álbum escrito por Gilberto Mariscal e ilustrado por María Jesús Jiménez Miranda (más conocida como Chuwy), que inaugura la serie de libros El Mundo de Lucía. Se trata de una colección publicada en formato digital y en edición física de tapa blanda, compuesta en la actualidad por ocho títulos diferentes, varios de los cuales se han colado en los primeros puestos de la lista de libros ilustrados digitales más vendidos para niños y jóvenes de Amazon. El título que os reseñamos a continuación, gracias al ofrecimiento de su autor, ocupa sin ir más lejos la primera posición en este listado.

A través de sus páginas conoceremos a Lucía, una simpática niña que nos confesará que le encanta “estar en las nubes“, y que compartirá con nosotros su secreto: con su pequeño globo mágico puede subir hasta lo más alto, donde se divertirá contando aviones, tomando el sol, ayudando a que llueva sobre los campos y viajando por todo el mundo. La historia de Lucía en Siempre estoy en las nubes está repleta de divertidos momentos y de toda clase de sorpresas.

Los textos de Gilberto Mariscal son sencillos, agradables de leer. Están enfocados a un público de tres a seis años aproximadamente, tanto para que se los contemos como para que ellos y ellas vayan desarrollando su capacidad lectora. En este sentido, es un acierto la utilización de letra ligada, algo que ayudará especialmente a primeros lectores. La historia de Siempre estoy en las nubes es un reflejo de la imaginación de los niños, representada en los juegos en las nubes de nuestra pequeña protagonista. Está repleta de pequeños guiños que involucran a los pequeños en la lectura: ayudar a Lucía a contar, encontrar la nube con forma de oso… a los que podemos sumar algunos más de nuestra propia cosecha, tales como identificar los animales que aparecen en el libro o los nombres de los emblemáticos monumentos reflejados y su ubicación.

A nivel de ilustración, cabe reseñar que los diseños de Chuwy están desarrollados con ordenador, ocupando cada uno de ellos una doble página. Sin duda alguna, destacan por su colorido. A la base cromática en azul del cielo donde transcurre la historia se añaden multitud de colores: el rojo del vestido y el lazo de Lucía (y del pajarito que la acompaña a todas partes), el amarillo del sol, los verdes de los campos… Todo un despliegue de color que culmina en el arcoiris que devuelve a nuestra protagonista a tierra firme. El diseño de los elementos es plano (no hay texturas que marquen elementos de profundidad), pero las composiciones están repletas de elementos que las hacen muy detalladas. Es todo un acierto, además, la inclusión de una intrincada trama de fondo, que hace muy elegantes los conjuntos. Me gusta, particularmente, su efecto sobre el color azul escogido para representar la noche, en una de las composiciones más llamativas de todo el libro, con Lucía mirando a la Luna y las estrellas. Si queréis conocer mejor su trabajo, podéis visitar la web www.chuwy.es

En este punto, sabéis que habitualmente dedicamos algo de tiempo a explicaron algunas cosas sobre las calidades de edición (materiales, acabados, dimensiones de la publicación…). En este caso, no obstante, únicamente disponemos de la versión digital del libro. Podemos indicaros que en formato físico tiene un total de 36 páginas y que también lo encontraréis publicada en inglés, francés y alemán. La versión digital la hemos leído para poder reseñarla a través del Kindle Cloud Reader, ya que de haber empleado nuestro dispositivo Kindle nos hubiéramos perdido la explosión de color que antes os mencionábamos. En cuanto a la edición física, como ya os hemos comentado, está publicada en formato de tapa blanda a un precio asequible, que puede hacer recomendable su compra si vuestros peques disfrutan de la historia.