La abuela pirata, en busca del oro olímpico
Hace un tiempo os reseñamos La abuela pirata, un libro de Geraldine Durrant ilustrado por Rose Forshall. A Mariló, responsable de la reseña, no le dejo especial buen gusto de boca pese a que a nuestra hija Ariadna le encantó. Tanto le gustó que en una reciente visita a la biblioteca vio el título que hoy os reseñamos, La abuela pirata, en busca del oro olímpico y decidió que se venía con nosotros a casa sí o sí.
La abuela pirata, en busca del oro olímpico es una divertida reinterpretación de los deportes olímpicos desde la perspectiva de la simpática protagonista del libro. Los elementos clásicos del mundo de los piratas se entremezclan, de esta forma, con la práctica deportiva, ofreciéndonos divertidas posibilidades con las que los más pequeños de la casa se reirán a buen seguro. Así, su motivación para ser la más rápida en los 100 metros lisos cuando era joven no era otra que huir de la policía, su secreto para ser la más veloz en los 800 metros es ser lanzada por un cañón a la salida de la prueba o el mejor animal para practicar hípica no es otro que su fiel cocodrilo. De igual forma, practica la esgrima con su sable o el tiro olímpico con su trabuco.
Al igual que ya os comentamos en el caso de La abuela pirata, estamos ante un libro en el que prima la diversión por encima del mensaje. No obstante, es de destacar su capacidad para romper con un estereotipo de género como es el hecho de que los piratas son necesariamente hombres. Así, ni la protagonista es un hombre no se trata obligatoriamente de un libro que solo vaya a gustar a los chicos. En este caso, el desarrollo de la historia también nos permitirá trabajar con nuestros pequeños la idea de que en la práctica deportiva, lo importante no es ganar, sino participar y pasárselo bien.
Las ilustraciones de Rose Forshall están realizadas con acuarela, y al igual que os indicamos en la anterior reseña de esta serie de libros, cumplen bien con su papel de acompañamiento y complemento del texto, sin demasiados alardes en lo técnico ni en el detalle. Son un divertido reflejo de las locas aventuras de la abuela pirata, pero poco mas. La edición en castellano de Elfos Editorial está encuadernada en cartoné, tiene unas dimensiones de 25,5 x 25,5 cm., un total de 32 páginas y buenas calidades de papel.
Resumiendo, La abuela pirata, en busca del oro olímpico divierte a los pequeños, especialmente en el tramo de edad de 3 a 6 años, y por eso siempre tiene un hueco en cualquier biblioteca. Más allá de ello, no aporta nada especial o diferente al mundo de la literatura infantil. Ello no le quita valor, pero tampoco lo hace destacable.
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