Orejas de mariposa
Este cuento es uno de esos que deseas pero que no sabes si adquirir o no, hasta que un día me dije: “vamos allá”, y sinceramente: menudo acierto. Está editado por Kalandraka.
A nuestra bichito le vuelve loca este cuento, se lo sabe de memoria, y lo pide mucho para que se lo contemos, además con él aprende que no es aceptable meterse con otros niños, y parece que si lo asimila.
Mara es una niña normal, con sus defectos y virtudes igual que todos los niños, pero a la que un grupito de niños trae por la “calle de la amargura” metiéndose con ella.
En ella vemos como los niños se meten con Mara por absolutamente todo, sinceramente, hoy en día, que tanto oímos en las noticias hablar sobre el bullying, este cuento me parece un imprescindible para enseñar a los pequeños el respeto por sus iguales de forma más visual y además también enseñarles que en caso de que les insulten o les digan cualquier cosa ofensiva, pueden acudir a sus mayores a pedir ayuda.
Mara acude a su mamá cuando los niños le dicen que tiene orejas de mariposa, esto me gusta mucho, pues como dije antes, muestra que los pequeños deben confiar plenamente en sus padres y pedirles ayuda en caso de necesidad o de una situación en la que se sientan ofendidos por la actitud o forma de actuar de otros.
Su madre le resta importancia a la situación y le explica que sus orejas no son de mariposa, le ayuda a ignorar las críticas, de este modo Mara hace frente a todas las actitudes “abusonas” de sus compañeros. De hecho, Mara, hace oídos sordos a ellas.
Las ilustraciones son preciosas, me encantan, incluso por la forma de las bocas de los niños se ve quienes son los abusones, los colores usados son muy bonitos y con ellas se muestran visualmente muchas de las cosas que se quieren explicar en el texto del mismo.
Pero tengo una crítica a este cuento: no me gusta que no haya nadie que reprenda a estos niños, que nadie vea la situación, es decir, al igual que se muestra como un mayor ayuda a Mara a ignorar las críticas, sería un gran acierto que hubiera alguna imagen o situación en que los niños se sintieran reprendidos por sus mayores, sus educadores, su ejemplo a seguir. Este detalle me falla mucho, ya que me parece que es parte también de la concienciación que como sociedad falta a muchos padres.
En cuanto si lo recomendaría: mi respuesta es un rotundo Sí. En cuanto a la edad recomendada, mi hija lo tiene desde los dos años, se puede usar, pero creo que lo empezarán a asimilar mejor con tres años, además, coincide con el inicio de la escolarización en España y es donde muchos de estos problemas se empiezan a manifestar.
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